Según leo en Harvard Business Review, un reciente estudio de David Sturt y Jordan Rogers aporta evidencias bastante claras de cuáles podrían ser algunas de las razones principales por las que la innovación no acaba de despegar.
Los expertos entrevistaron a unas 3500 personas de EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania e India y aunque la mayoría pensaba que la innovación era "cosa de todos" y consideraban que ellos mismos deberían estar involucrados en una cultura innovadora y en actividades relacionadas, no todos disponían de los recursos y las posibilidades necesarias. En concreto, menos de la mitad de los que estaban en niveles inferiores y que podían aportar ideas tenían acceso a los medios necesarios para poder llevarlas adelante: dinero, personas y apoyo.
Los autores afirman que mientras que las personas de niveles jerárquicos superiores reconocían disponer de las herramientas necesarias, los de los inferiores utilizaban afirmaciones como "Mis supervisores no son receptivos a nuevas ideas y a su aplicación ".
Gráficamente los resultados mostraron claramente estas importantes diferencias:
En base a estos resultados, los autores sugieren los siguientes tres consejos a aquellos directivos que realmente desean promover la innovación a todos los niveles:
- Dinfundir que la cultura de la innovación es aplicable a todos, no importa cual sea su nivel. Y asegurarse de involucrar a todas las personas que puedan hacer aportaciones, por ejemplo, reconociendo y dando oportunidad a las personas más innovadoras y subrayando en toda la organización la importancia de hacerlo.
- Dedicar tiempo a hablar y comunicarse con cada una de las personas, sobre todo con las que menos contacto se suele tener (y normalmente de rangos más bajos). Investigar si guardan ideas realmente interesantes y que podrían ser valiosas para la empresa.
- Pensar en los recursos concretos que se pueden dedicar a la innovación y a las nuevas ideas. Tal vez no sea posible disponer de grandes sumas de dinero, pero podrían planificarse tiempos y espacios de trabajo específicos para ello. Y especialistas o expertos de apoyo.
Evidentemente, la innovación es algo muy complejo y hay muchos más factores involucrados en su promoción y desarrollo, pero si no se establecen estas "bases higiénicas" mínimas, poco se puede avanzar. Sin tiempo ni recursos no habrá innovación.
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